Hoy, un ataque armado sacudió Grand Blanc Township, Michigan (EEUU). un hombre habría embestido la entrada de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, entrado durante el servicio con un rifle de asalto, abierto fuego contra los fieles y luego provocado un incendio que consumió gran parte del edificio; las autoridades informaron que al menos cuatro personas murieron y ocho resultaron heridas. Los bomberos trabajaron para apagar las llamas y los equipos de rescate evacuaron a los asistentes; la magnitud del incendio habría dificultado la inspección completa del edificio, por lo que las autoridades habían advertido que podrían encontrarse más víctimas entre los escombros. La policía local llegó y abatió al atacante en el estacionamiento de la iglesia.
El FBI y la ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives) se sumaron a la respuesta y desplegaron equipos de investigación y recolección de pruebas; se informó que agentes federales ayudarían a tomar declaraciones de testigos y a analizar el origen del incendio. En la escena se hallaron indicios de que el fuego pudo haber sido provocado 'deliberadamente' y se registraron 'artefactos sospechosos' que se estaban evaluando. Las primeras identificaciones apuntaron al sospechoso como Thomas Jacob Sanford, de 40 años y residente de Burton; las autoridades dijeron que creen que habría actuado en solitario, aunque las pesquisas incluían registros del domicilio y del celular del agresor para determinar motivos y descartar vínculos. Las reacciones oficiales incluyeron condenas y llamados a la solidaridad: la gobernadora de Michigan calificó el hecho como un “acto atroz” y agradeció la labor de los cuerpos de emergencia; desde instancias nacionales se pidió 'oración' por las víctimas y se manifestó consternación. “Esto parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos en los Estados Unidos de América. … ¡ESTA EPIDEMIA DE VIOLENCIA EN NUESTRO PAÍS DEBE TERMINAR, DE INMEDIATO!”, escribió en redes el Presidente Donald Trump.
La comunidad de Grand Blanc, una localidad de alrededor de 8.000 habitantes en las afueras de Flint, habría quedado conmocionada; vecinos y congregantes organizaron centros de reunificación y vigilias. El ataque ocurrió un día después del fallecimiento del presidente mundial de la Iglesia mormona, Russell M. Nelson, a los 101 años, lo que habría añadido un contexto de duelo para la congregación. A propósito, este fin de semana el episodio de Michigan se inscribió en una oleada de violencia armada en distintos puntos del país: en Southport (Carolina del Norte) un atacante identificado como Nigel Edge disparó desde un bote contra clientes del bar American Fish Company. Hubo tres muertos y al menos ocho heridos. Edge fue detenido y enfrenta múltiples cargos, incluidos asesinatos en primer grado y cargos por intento de asesinato. En Eagle Pass (Texas) se produjo una balacera en el casino Kickapoo Lucky Eagle que dejó dos muertos y varios heridos, y las autoridades buscaban al sospechoso. Y en la turística Bourbon Street de Nueva Orleans un tiroteo dejó una mujer muerta y tres heridos. En conjunto, los hechos del fin de semana sumaron más de una decena de víctimas mortales y varias decenas de heridos, lo que volvió a reavivar el debate sobre el control de armas y la seguridad en espacios públicos. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • EFE • CNN • Noticias Telemundo • NBC • AP • Página 12
