Rusia lanzó su mayor ataque aéreo contra Ucrania desde la escalada del conflicto en 2022, utilizando 728 drones y 13 misiles, de los cuales Ucrania dijo haber interceptado la mayoría. El bombardeo ocurrió de madrugada y habría tenido como principal objetivo la región de Volinia, especialmente la ciudad de Lutsk, un centro considerado clave de tránsito humanitario y militar cerca de la frontera con Polonia. La fuerza aérea ucraniana señaló que hubo impactos en al menos cuatro lugares, incluyendo Lviv, Rivne y la capital, Kyiv, donde se reportaron explosiones y drones sobrevolando la ciudad. Varias personas resultaron heridas, y no se han detallado completamente los daños materiales. En otras regiones se reportaron seis civiles muertos y cerca de 40 heridos, según Kyiv Independent.
El reciente ataque se da en medio de intentos internacionales que pretenderían establecer un alto al fuego y después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara el envío de más armas a Ucrania, revirtiendo una pausa reciente en la ayuda militar. El Presidente Volodimir Zelenski calificó el ataque como “revelador”, al considerar que reflejaría una 'negativa' de Rusia a cesar el conflicto. También renovó su llamado a imponer 'sanciones severas' contra el sector petrolero ruso, que considera que sería esencial para sostener la maquinaria bélica del Kremlin (Rusia). Trump también acusó recientemente al presidente ruso Vladimir Putin de "decir muchas tonterías" y de actuar 'con hipocresía', refiriendo a una 'creciente frustración' por falta de avances en un alto al fuego. Aunque Trump había dicho durante su campaña que podría 'terminar' el conflicto en un día, las conexiones no habrían generado medidas concretas.
Las declaraciones de Trump también se dieron cuando se revocó una suspensión previa del envío de armas, decisión que podría derivar en el despacho de hasta diez misiles Patriot, que serían fundamentales para la defensa aérea de Ucrania. Además, también anunció que estaría considerando un proyecto de ley impulsado por el senador Lindsey Graham (Republicano) que pretendería imponer aranceles del 500% a países que mantengan relaciones comerciales con Rusia, lo cual representaría un giro en su estrategia de sanciones. Trump dijo haber discutido esta posibilidad con Putin, quien “entendía que podrían llegar”. Mientras tanto, ambas partes del conflicto mantendrían una postura escéptica (de duda...) ante la diplomacia, y desde el Kremlin se insistiría en que “cada nuevo día, los ucranianos deben aceptar las nuevas realidades”.
Vía: DW • AFP • EFE • BBC • Kyiv Independent