La figura del Presidente Gustavo Petro vuelve a estar en el centro de la controversia por sus declaraciones pasadas y recientes sobre uno de los episodios de mayor complejidad de la historia de Colombia: la toma y retoma del Palacio de Justicia en 1985. A lo largo de los años, sus afirmaciones habrían variado desde calificativos como “acto estúpido” hasta supuestas consideraciones sobre la “genialidad” operativa de algunos de sus autores, generando debate público sobre su interpretación histórica y política de aquellos hechos, que aún cuenta con varias incógnitas. En 2010, cuando era congresista y candidato presidencial, Petro calificó la acción del M-19 como una “torpeza” o un “acto estúpido”, al considerar que el grupo guerrillero “cayó en la trampa de la guerra” al responder 'con violencia' a la ruptura de un proceso de paz con el gobierno de Belisario Betancur. Según explicó entonces, promovió un debate en la Cámara de Representantes para que el tema 'no cayera en el olvido' y mencionó que la acción habría sido un 'grave error político y militar', una 'lección sobre las consecuencias' del conflicto. A propósito de estas controversias, el presidente volvió a referirse recientemente a dos temas que han generado debate: negó haber calificado la toma como una “genialidad” y reiteró que el magistrado Manuel Gaona no habría sido asesinado por el M-19, respondiendo a informes que atribuían la muerte al grupo guerrillero y a supuestas declaraciones suyas.
Sin embargo, años antes, en una entrevista con Caracol Televisión (2005), Petro se refirió al papel de Luis Otero, jefe del comando Iván Marino Ospina, como el “genio de la operación militar”, presunto responsable de planear la toma del Palacio. También señaló a Álvaro Fayad como el 'responsable político' del ataque, reconociendo que en el M-19 se anticipaba una respuesta armada del Ejército “a sangre y fuego”, lo que habría llevado a los insurgentes a prepararse 'para mantener la ocupación'. Estas declaraciones alimentaron críticas sobre una aparente contradicción entre su visión condenatoria y su valoración técnica de la operación. En los últimos años, el mandatario ha retomado públicamente el tema, afirmando que el M-19 supuestamente fue “traicionado por el gobierno” y asegurando que las balas que mataron a varios magistrados “no provenían de las armas del M-19”, versión que ratificó en sus recientes trinos. Petro también respondió a cuestionamientos sobre las declaraciones de Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional, quien habría rechazado palabras que el mandatario supuestamente pronunció sobre la supuesta “genialidad” de la toma, según medios como Blu Radio.
En su declaración ante la Comisión de la Verdad, Petro explicó que durante la toma se encontraba preso por porte ilegal de armas, por lo que no habría conocido los detalles del operativo, aunque sí el contexto de los meses previos. Negó que la acción hubiera sido financiada con dinero del narcotráfico y sostuvo que el objetivo no habría sido destruir expedientes judiciales, sino 'responder' a lo que el M-19 consideraba una 'traición a los acuerdos de paz'. También sugirió que el Ejército tendría conocimiento previo del ataque y que habría permitido su ejecución 'para desaparecer documentos que lo vinculaban con violaciones de derechos humanos'. En diversas entrevistas, Petro ha insistido en que el M-19 no debería ser recordado solo por el asalto, sino también por su papel en la redacción de la Constitución de 1991. Como presidente, en abril de 2025, volvió a decir que el atentado habría ocurrido porque “se había roto una tregua”, reafirmando su lectura de que el hecho habría sido consecuencia de 'la desconfianza y la represión estatal'. Mientras sectores de víctimas consideran “lamentables” algunas de sus afirmaciones, el mandatario insiste en su derecho 'a exponer' su versión y habría pedido esclarecer “la verdad del Palacio de Justicia”. Cuarenta años después, la disputa por el relato continúa, marcada también por la controversia sobre la memoria de Gaona y la interpretación de los hechos por parte de aliados del Ejército y del M-19, dejando todavía sin consenso la narrativa oficial y la reparación a las víctimas. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: Revista Cambio • Blu Radio • Caracol Radio • Caracol Televisión • La Silla Vacía


