Un plan de 21 puntos que pretendería el fin del conflicto en la Franja de Gaza, presentado por EEUU, ha generado respaldo internacional, pero también escepticismo o duda. El presidente estadounidense Donald Trump lo anunció tras reunirse en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, diciendo que se trataría de una 'oportunidad histórica' para 'alcanzar la paz'. El proyecto, que buscaría 'poner fin a la guerra' en la Franja, incluye el desarme de Hamas, una retirada gradual del ejército israelí, una liberación de rehenes y prisioneros palestinos, y una entrada 'sin restricciones' de ayuda humanitaria 'bajo supervisión de la ONU'. Sin embargo, críticos han referido que las anteriores promesas de Trump de “terminar guerras” no se habría cumplido. Entre las medidas más concretas, el plan exigiria la liberación inmediata de los 20 rehenes vivos en Gaza y de los restos de los fallecidos, a cambio de miles de prisioneros palestinos, incluidos 250 condenados a cadena perpetua. También estipula que Israel no podría anexar ni ocupar Gaza, y que Hamas debería 'renunciar formalmente' a las armas y a la dirección política del enclave. Asimismo, prevé la creación de un gobierno de transición respaldado por una “Junta de la Paz” presidida por Trump y supervisado en parte por Tony Blair, exprimer ministro de Reino Unido, lo que abriría el camino para que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) retome el control.
La ANP dijo agradecer los 'esfuerzos de Washington' y se habría mostrado dispuesta a colaborar en la implementación del plan, comprometiéndose a convocar elecciones presidenciales y parlamentarias 'una vez finalizado el conflicto'. En contraste, la Yihad Islámica Palestina lo rechazó, considerándolo una “receta para prolongar la agresión”. Hamas, por su parte, no había emitido una respuesta oficial, aunque un comunicado indicaba que estaría dispuesto a considerar cualquier propuesta 'que respete los derechos nacionales' del pueblo palestino. Netanyahu dijo respaldar la propuesta al considerarla 'coherente' con los objetivos de liberar a los rehenes y 'neutralizar' a Hamas. En Israel, la oposición, encabezada por Yair Lapid y Benny Gantz, también refirió apoyo, calificándola como una 'base adecuada' para poner fin al conflicto. Sin embargo, desde la extrema derecha israelí, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich trazó “líneas rojas” y rechazó la participación de la ANP en Gaza, lo que anticiparía divisiones internas en la política israelí. El plan recibió amplio respaldo europeo. El primer ministro británico Keir Starmer lo describió como “profundamente bienvenido” y Tony Blair, involucrado directamente en la iniciativa, lo calificó de “valiente e inteligente”. Pedro Sánchez, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni y António Costa también dijeron celebrar la propuesta, mencionando que sería una 'oportunidad de avanzar' hacia la solución de dos Estados. Paralelamente, un bloque de siete países árabes y musulmanes, incluidos Egipto, Catar y Turquía, publicó un comunicado conjunto apoyando la iniciativa y pidiendo 'reconstruir Gaza' y evitar el desplazamiento de palestinos. No obstante, recientemente el primer ministro de Catar, Mohamed bin Abdulrahman, dijo que el plan “aún necesita aclaraciones y detalles adicionales” y requeriría 'negociaciones y consenso' entre las facciones palestinas, lo que podría tardar 'varios días'. Trump dijo que Hamas tendría “tres o cuatro días” para responder a la propuesta. Hamas ya la estaría estudiando.
Pese a este respaldo, persiste el escepticismo. Observadores recuerdan que Israel enfrenta acusaciones de genocidio por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y que Trump habría prometido en el pasado 'soluciones rápidas' a conflictos que seguirían sin resolverse. Además, que la exclusión del presidente palestino Mahmud Abás de la Asamblea General de la ONU, debido a la negativa de visado por parte de Estados Unidos, alimentaría dudas sobre la legitimidad del proceso. La comunidad internacional, no obstante, presiona a Israel, Hamas y a las demás partes a no dejar pasar lo que algunos consideran 'la mejor oportunidad en décadas' para alcanzar un acuerdo de paz duradero. A propósito del conflicto, en las últimas horas se reportaba que la la Flotilla de la Libertad, que se unió a la Flotilla Global Sumud, había informado que en octubre enviaría un barco con periodistas y médicos hacia la Franja de Gaza, en lo que pretendería también 'romper el bloqueo israelí', pero esta vez para 'facilitar la presencia' de prensa internacional en el territorio palestino. La iniciativa, respaldada por la organización Thousand Madleens to Gaza, también pretendería entregar alimentos, agua y medicinas a la población gazatí. Durante su travesía por el Mediterráneo, la flotilla ha denunciado presuntos ataques de drones y advierte que entraría en zona de 'alto riesgo', mientras Israel insiste en que no permitiría el desembarco y acusa a los activistas de estar supuestamente ligados a Hamas. Se trata ya del cuarto intento en 2025 por abrir un corredor marítimo seguro hacia Gaza. Desde la escalada del conflicto en 2023, ya habrían muerto más de 66.000 personas. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • EFE • DPA • TeleSUR • France24 • NTN24


