De los 47 bloques petroleros ofrecidos en la cuenca del Amazonas, 19 fueron entregados para la explotación de petróleo y gas en Brasil. La subasta ha generado críticas de ambientalistas, mientras el país se prepara para acoger la conferencia climática COP30 en noviembre. Los consorcios, uno formado por la estatal brasileña Petrobras y la estadounidense ExxonMobil, y otro por la estadounidense Chevron y el grupo estatal chino CNPC, pagaron 844 millones de reales (unos 153 millones de dólares) por los derechos para explorar 19 de los 47 bloques ofertados en la cuenca de la desembocadura del río Amazonas por la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Antes de comenzar cualquier actividad, las empresas deberán obtener las licencias ambientales requeridas, un proceso que podría tardar años. Sin embargo, esta situación derivó en protestas, con manifestantes, incluidos indígenas, desplegando carteles que pedían «Detengan las subastas del juicio final». La «Margen Ecuatorial», como se conoce a esta área cercana a la desembocadura del Amazonas, es considerada la «nueva frontera» energética de Brasil y un punto esencial para la absorción de gases de efecto invernadero. Ambientalistas calificaron de «alarmante» que más del 40% de los bloques en esta cuenca hayan sido adjudicados. La controversia además dividió al Estado. El Ministerio Público solicitó la suspensión de las subastas, argumentando que violarían «una serie de obligaciones legales y compromisos climáticos» al carecer de «estudios adecuados» sobre el impacto de la exploración petrolera cerca de la desembocadura del Amazonas. El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva se mostró a favor de estos proyectos como una fuente de financiación para la transición energética y la preservación de los bosques, aunque mencionó que habría necesidad de actuar con «mucha responsabilidad» para evitar daños ambientales.
World Wildlife Fund (WWF) Brasil, una de las organizaciones independientes de conservación más grandes y a nivel global, criticó la decisión, estimando que Brasil ya poseería «reservas de petróleo suficientes para atender su demanda interna en el marco de una transición energética gradual». La ONG añadió que «la crisis climática exige decisiones valientes y políticas públicas que apunten al futuro, no al pasado». La subasta, que ofertó un total de 172 bloques de norte a sur de Brasil, la mayoría en aguas profundas, se realizó simultáneamente con la Conferencia de Bonn en Alemania, donde los negociadores discuten acuerdos para la COP30 en Belém, la capital amazónica brasileña. Brasil, el mayor productor de petróleo de América Latina, espera generar 5.3 millones de barriles diarios en 2030, frente a los 4.68 millones de abril de este año. El reporte está en desarrollo.
Vía: TeleSUR
