El Presidente de EEUU Donald Trump y Elon Musk consumaron ayer su ruptura pública. Desde que la semana pasada, Musk criticó un megaproyecto de ley presupuestaria de Trump, la división entre el hombre más rico del mundo y el más poderoso escaló. Trump dijo en su red Truth Social que el empresario se habría "vuelto loco" por una decisión desfavorable a los vehículos eléctricos. "La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon", advirtió Trump al jefe de Tesla en un mensaje. "Cualquier cosa", contestó Musk a esto.
El empresario escaló en los comentarios, mencionando que, sin su ayuda, Trump "habría perdido las elecciones" presidenciales de noviembre, para las que Musk habría dispuesto casi 300 millones de dólares. Además, afirmó que el nombre del presidente presuntamente figuraría en el expediente de Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense acusado de delitos sexuales que se suicidó en prisión en 2019. En respuesta, la Casa Blanca describió los ataques de "lamentables". Entre otras cosas, Elon Musk anunció desde su red social, X, que SpaceX "comenzará a desmantelar inmediatamente su nave espacial Dragon", utilizada por la NASA para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
La discusión, a la vista de todo el mundo, repercutió al hundirse la cotización de Tesla, que perdió decenas de miles de millones de capitalización en la bolsa de Wall Street y cerró con una caída de -14,26 por ciento. Musk se despidió días atrás de su cargo en el gobierno, y argumentó que el plan fiscal del megaproyecto que cuestionó aumentaría el déficit público y pondría en peligro los resultados del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) que encabezó. Bautizada por Trump como "el gran y hermoso proyecto de ley", la propuesta buscaría extender los alivios fiscales de su primer mandato (2017-2021) y añadir promesas de campaña como exenciones fiscales a las propinas, a las horas extras y a las compras de automóviles fabricados en el país. Opositores han dicho que los recortes privarían de cobertura sanitaria a millones de estadounidenses con ingresos bajos.
Vía: DW • AFP • EFE • Reuters • AP • DPA
