Estados Unidos anunció el inicio de una operación llamada 'Lanza del Sur', que sería una nueva fase de su ofensiva militar 'contra el narcotráfico' en el Caribe, tras la llegada del portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald Ford, a la zona de responsabilidad del Comando Sur. El secretario de Defensa (Guerra), Pete Hegseth, dijo que la misión pretendería 'defender' la patria, 'eliminar a los narcoterroristas' del hemisferio y 'proteger' a la población de las drogas que la afectan. "El Hemisferio Occidental es nuestro vecindario (y lo protegeremos)", dijo Hegseth en la red X. Altos mandos militares habrían presentado esta semana al Presidente Donald Trump diversas opciones de operaciones en Venezuela, que incluirían posibles ataques terrestres, según fuentes citadas por CBS News. Entre los participantes en las reuniones habrían estado Hegseth, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, y otros funcionarios, quienes habrían informado al mandatario sobre 'alternativas militares disponibles' para los próximos días. No obstante, que aún no se habría tomado una decisión final sobre la implementación de estas medidas.
El despliegue del Gerald Ford se suma a una flotilla de destructores, aviones de guerra y unidades de operaciones especiales ya presentes en la región, que durante los últimos dos meses han llevado a cabo ataques contra al menos 21 embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico. Estas operaciones han provocado la muerte de al menos 80 presuntos narcotraficantes, mientras que dos sobrevivientes fueron repatriados a Ecuador y Colombia. La comunidad de inteligencia estadounidense habría colaborado proporcionando información clave para estas acciones. El secretario de Estado, Marco Rubio, ha dicgo que el Gobierno de Venezuela sería un "régimen ilegítimo, básicamente una organización de narcotráfico que se ha adueñado del poder", aunque habría mencionado que la operación tendría fines 'estrictamente antidrogas'. Por su parte, Trump habría mostrado ambivalencia respecto a un conflicto directo en Caracas, aunque señaló que los días del Presidente Nicolás Maduro podrían estar contados. Analistas subrayan que el objetivo principal seguiría siendo 'detener' el flujo de drogas hacia Estados Unidos. Expertos en política internacional señalan que, debido a sus vínculos con China y Rusia, Venezuela formaría parte de la competencia global entre potencias, lo que convertiría la región en un escenario considerado estratégico para Estados Unidos. Alexander B. Gray, director ejecutivo de American Global Strategies, explicó que la administración pretendería asegurar 'el éxito' en el hemisferio antes de proyectarlo a nivel mundial.
Un ataque en suelo venezolano plantearía riesgos de daños colaterales. Especialistas como Douglas Farah, presidente de IBI, destacan que objetivos clave, como el puerto de Puerto Cabello, podrían ser considerados, aunque bombardearlos difícilmente alteraría la correlación de poder interna en Venezuela. La general en retiro Laura J. Richardson advirtió que cualquier estrategia de cambio de gobierno debería enfocarse en una 'transición pacífica', coordinada con las fuerzas armadas locales, con apoyo de exfuncionarios como Elliott Abrams. La operación también ha generado reacciones sobre la efectividad y moralidad de estas acciones. Jim Shedd, exagente de la DEA, sostuvo que "es imposible que las Fuerzas Armadas de Venezuela puedan contra esta Armada frente a sus aguas", mientras que voces políticas venezolanas, como Henrique Capriles, expresan que la solución no podría ser bélica o de guerra. La ONU y otros organismos internacionales han llamado a respetar los derechos humanos y evitar 'ejecuciones extrajudiciales' en la región.
A propósito de todo, el Presidente de Colombia Gustavo Petro cuestionó en NBC las operaciones, pero también la legitimidad del actual Gobierno de Venezuela, en comparación con la era Chávez, días después de aparecer con Maduro en una foto IA en un documento llamado 'Doctrina Trump' del senador colombo-estadounidense Bernie Moreno que los mostraría como presos. Sobre lo último de las tensiones, Trump dijo que ya habría tomado “en cierto modo” una decisión sobre Venezuela sin revelar cuál. “Tenemos un problema con México. Tenemos un problema con Colombia”, indicó también. El gobierno venezolano, que denuncia una “escalada belicista”, se mantendría en vilo: Maduro movilizó a la Fuerza Armada, milicias y civiles en 284 frentes, activó planes de guerrilla urbana y firmó poderes excepcionales, además de pedir al “pueblo de Estados Unidos” detener la “mano enloquecida” que 'impulsa una guerra' y evitar “una tragedia para toda América”. La opositora y Nobel de la Paz María Corina Machado, en la clandestinidad, ha hablado nuevamente de “horas decisivas”, pero algunos analistas dudarían de una invasión inminente. A propósito de Machado, el Comité Noruego del Premio Nobel aseguró que Machado habría manifestado que asistiría a recibir el premio el 10 de diciembre, aunque admitió dificultades por el Gobierno de Venezuela. Esto sucede también luego de una polémica por el rechazo de miembros de ese organismo a la elección de Machado, por lo que se habría descartado la tradicional ceremonia de su nobel. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • AFP • Noticias Telemundo • NTN24 • CBS • NBC • EFE • The Washington Post • El País • NTN24 • RTVC


