La cumbre del G7 en líderes mundiales llevada a cabo en Canadá este año finalizó en medio de tensiones y desacuerdos entre los líderes participantes. Los líderes emitieron una declaración conjunta instando a la desescalada del conflicto en Medio Oriente, mencionando 'el derecho de Israel a defenderse' y que Irán no debería adquirir armas nucleares. El comunicado también solicitó un alto el fuego en Gaza y hablaba de la importancia de proteger a la población civil. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, abandonó el encuentro de forma anticipada, argumentando motivos relacionados con Oriente Medio, aunque habría sido tras criticar la exclusión de Rusia del grupo y proponer la inclusión de China. Uno de los puntos de mayor conflicto fue la discusión sobre nuevas sanciones contra Rusia. Trump bloqueó cualquier consenso al considerar que las sanciones le costarían 'demasiado dinero' a Occidente, lo que habría paralizado el avance de la agenda del G7. Además, en el terreno comercial, no se acordó llegar a un nuevo acuerdo con Japón, sumando otro revés a su imagen de negociador.
El presidente francés Emmanuel Macron invitó a Trump retirarse, a lo que Trump habría respondido con indiferencia. El evento también pasó por la decisión del presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, de retirarse del G7 para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin. Esto, sumado al colapso de los acuerdos y lo que medios reportan como 'falta de unidad', habría evidenciado una creciente necesidad de espacios alternativos (como el G77 + China) entre países del Sur Global y potencias emergentes. Todo sucede frente a un escenario internacional cada vez más multipolar, con decisiones más complejas y otras regiones que refuerzan sus propias alianzas y modelos de cooperación. Trump negó las declaraciones de Macron, quien dijo que el abandono anticipado de Trump de la cumbre respondería a un intento por negociar un alto al fuego entre Irán e Israel. A través de su red Truth Social, Trump llamó erróneas a las palabras de Macron, a quien acusó de presuntamente buscar protagonismo y que su regreso a Washington se debería a razones “mucho más importantes” que no detalló. Aunque criticó la idea de un cese de hostilidades, el presidente estadounidense no descartó la posibilidad de enviar emisarios a conversar con Irán, aunque mencionó que no estaría “de humor para negociar”.
Aunque originalmente el foro se centraba en temas económicos, el conflicto entre Irán e Israel dominó la agenda. Trump, antes de irse, advirtió a Irán sobre posibles represalias si atacaba intereses estadounidenses. A propósito de esto, el líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei, respondió a Trump diciendo que Irán "nunca se rendirá" ante las exigencias de ese país y advirtió que cualquier intervención militar de EEUU provocaría “daños irreparables”. Entre tanto en el conflicto, Israel ha lanzado múltiples ataques aéreos contra infraestructuras nucleares iraníes, y medios reportaron la destrucción de edificios para la fabricación de centrífugas cerca de Teherán (capital de Irán). Irán también lanzó recientemente misiles hipersónicos contra Tel Aviv (capital de Israel). Jamenei catalogó como “inaceptable” el ultimátum de Trump, quien previamente había sugerido que EEUU podría eliminarlo. Israel lanzó su operación el viernes, y tendría por objetivo destruir su programa nuclear. Trump evaluaría un posible ataque a Irán, y en días recientes medios han reportado movilización de aviones y otros vehículos a Medio Oriente. El reporte continúa en constante desarrollo.
Vía: TeleSUR • EFE • Infobae • NTN24 • BBC • Noticias Telemundo


