Una auditoría de la Contraloría General de la República reportó posibles irregularidades en el manejo de recursos destinados a un programa considerado bandera del Gobierno Nacional: los Equipos Básicos de Salud (EBS). El caso más representativo sería el del hospital de San Martín de los Llanos, Meta, donde se habrían desviado más de $500 millones a gastos no autorizados. El dinero debería emplearse en la contratación de personal médico y brigadas de salud preventiva, pero habría sido usado para saldar deudas, pagar nóminas y comprar equipos biomédicos.
El caso formaría parte de un patrón nacional. Según la auditoría, en 2024 el Ministerio de Salud habría girado cerca de $1,3 billones a hospitales y entidades territoriales para ejecutar este programa, pero no habría claridad sobre cómo se usaron los fondos. En total, se habrían identificado al menos cuatro hospitales (incluyendo los de Soacha, San Jacinto en Bolívar y Cartagena) donde no existiría evidencia del seguimiento a los recursos ni del cumplimiento de sus fines, lo que llevó a la apertura de una indagación preliminar. El informe también reportó que varios hospitales no habrían reintegrado al gobierno los rendimientos financieros generados por los recursos, lo cual incumpliría los lineamientos del programa. Por ejemplo, en San Jacinto solo se habrían consignado $129 millones al Ministerio el mismo día de la visita de la Contraloría, a pesar de que se debían desde 2024. Los hallazgos tienen implicaciones disciplinarias (serán remitidos a la Procuraduría), pero también penales, por lo que se trasladarían además a la Fiscalía.
El Presidente Gustavo Petro ha dicho que habrían más de 10.000 EBS en funcionamiento, pero datos del Ministerio referirían que a febrero de este año solo existirían 1.201 equipos activos. El Ministerio de Salud, dirigido por Guillermo Alfonso Jaramillo, ha recibido requerimientos de la Contraloría y tendría seis meses para entregar respuestas. Mientras tanto, la entidad ha dicho que primero respondería formalmente al ente de control antes de pronunciarse públicamente. El reporte está en desarrollo.
Vía: Revista Cambio • La Silla Vacía


