Estados Unidos y la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo comercial tras una reunión entre el Presidente Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el club de golf de Trump en Turnberry, Escocia. El pacto contemplaría aranceles del 15% para las exportaciones europeas hacia EEUU, lo que representaría una reducción frente a los aranceles del 30% que Trump había planteado previamente. Como parte del acuerdo, la UE se habría comprometido a realizar compras energéticas por un valor de 750.000 millones de dólares y a invertir 600.000 millones adicionales en EEUU. Von der Leyen calificó el acuerdo como “bueno”, al decir que daría 'estabilidad y previsibilidad' entre las dos economías más grandes del mundo. Trump, por su parte, dijo que el resultado de la negociación sería “genial para ambas partes”, calificando de dimensión “enorme” el acuerdo.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el mandatario ha impulsado una política comercial proteccionista, basada en altos aranceles, lo cual habría generado preocupación en Europa sobre una posible guerra comercial. Tras esto, la UE habría optado por buscar una solución negociada que pretendiera evitar un 'enfrentamiento económico más amplio', y tras tensiones previas. Este lunes, 28 de julio, se conoció que Francia criticó el nuevo acuerdo comercial entre EEUU y la UE al considerarlo "desequilibrado" y una forma de "coerción económica" por parte del primero. "El acuerdo comercial (...) aportará una estabilidad temporal a los actores económicos amenazados por la escalada aduanera estadounidense, pero es desequilibrado", publicó Benjamin Haddad, ministro delegado de Francia para Asuntos Europeos, en X. Aunque dijo que celebraría las exenciones en sectores considerados clave como la aeronáutica y los medicamentos, el gobierno francés ha referido que el pacto 'no es sostenible'. El primer ministro francés lo catalogó como "un día oscuro" para la UE, y el húngaro Viktor Orbán dijo que Trump “se desayunó” a von der Leyen en la negociación. Mientras tanto, la Comisión Europea defendió el acuerdo como “el mejor posible en circunstancias difíciles”.
A propósito de acuerdos recientes entre EEUU y otras naciones, este país y Japón sellaron hace unos días un pacto comercial que establecería un arancel recíproco del 15% sobre bienes japoneses, reduciendo la tarifa previamente anunciada de hasta el 25%. A cambio, Japón se comprometió a invertir unos 550.000 millones de dólares en la economía estadounidense, con parte de los fondos dirigidos por EEUU hacia sectores considerados estratégicos como semiconductores, energía y minerales esenciales. Este acuerdo también incluiría la apertura de mercado japonés a exportaciones agroindustriales estadounidenses y compra de aviones Boeing. Y también un acuerdo con Indonesia, que establecería un arancel recíproco del 19% para productos indonesios exportados a EEUU, reduciendo la advertencia previa del 32 %. Indonesia eliminaría aproximadamente el 99% de las barreras arancelarias para exportaciones estadounidenses (industriales, agrícolas, tecnológicas y más) y acuerda eliminar obstáculos no arancelarios, reconociendo normas como las de la FDA o estándares automotrices de EEUU. Además, incluiría compras estadounidenses de energía, construcción e infraestructura y apertura al comercio digital y minerales esenciales.
Vía: DW • AFP • AP • Reuters • India Times • EFE