Recientemente se han reportado varias muertes de menores en circunstancias que han generado conmoción en Colombia, aparte de otras que persisten en el país. En Rionegro, Santander, una niña venezolana de 12 años fue asesinada mientras pescaba junto a su papá en la vereda Bambuco. De acuerdo con el reporte oficial, un hombre les habría alumbrado con una linterna y, sin mediar palabra, habría disparado contra la menor. Herida gravemente, fue trasladada a un centro asistencial, pero falleció minutos después. El presunto agresor fue identificado como el cuidador de una mina cercana. Según la Policía, el hombre se habría entregado voluntariamente y quedó bajo custodia de la Fiscalía, que lo presentará ante un juez por el delito de homicidio agravado. Habitantes de la zona han expresado temor por una creciente tensión entre la comunidad y quienes controlan la explotación minera, señalando que el acceso al río presuntamente se ha visto cada vez más restringido. Familiares de la menor relataron que ella y su padre solían ir a pescar como parte de sus actividades diarias y que nunca habrían tenido enfrentamientos con vecinos o trabajadores de la mina. Organizaciones sociales han pedido acompañamiento de la Defensoría del Pueblo para evitar posibles represalias contra los testigos del crimen.
En Bogotá, otro caso ha trascendido, luego del asesinato de un joven de 16 años que había desaparecido cinco días antes en la localidad de Los Laches. Habría sido si mamá quien, aparentemente en un acto de desesperación por una falta de avances en la búsqueda, recorrió una zona boscosa y halló el cuerpo sin vida. El cadáver presentaba signos de violencia y, según versiones preliminares, la boca habría sido cosida, un detalle que ha escalado un rechazo entre la comunidad y en las redes sociales. Las autoridades investigan si el crimen estaría relacionado con una presunta retaliación entre bandas dedicadas al microtráfico que operan en el sector. Sin embargo, la familia ha rechazado la hipótesis, mencionando que el adolescente no tendría vínculos con delincuencia. También acusan a la Policía de presunta negligencia, diciendo que no se habrían activado protocolos de búsqueda de manera inmediata. La Fiscalía adelanta entrevistas y análisis forenses para establecer el móvil del homicidio y encontrar a los presuntos responsables.
En otro caso, un joven de 16 años que cursaba noveno grado en el colegio Bello Horizonte de Pradera, Valle del Cauca, fue asesinado el 6 de agosto dentro de su institución educativa por un hombre armado que habría ingresado sin control de seguridad. Según su papá, el crimen estaría relacionado con el robo de su teléfono celular una semana antes, el cual recuperó con ayuda de la Policía, lo que presuntamente habría generado represalias de los ladrones. Las autoridades descartan un enfrentamiento entre pandillas y adelantan operativos para capturar al responsable, mientras la familia y la comunidad también han manifestado indignación, refiriendo además una falta de vigilancia en el colegio. Y en un hecho distinto, las autoridades investigan la muerte de Jean un joven de 19 años hallado sin vida el 5 de agosto dentro de la fundación de rehabilitación ‘Cambia tu Vida’, en zona rural de Dagua, Valle del Cauca. Esta vez, presuntamente en el hecho habrían participado menores de edad. Hipótesis de muerte natural fue descartada tras hallarse indicios de homicidio y confesiones de dos internos que, junto a otros dos menores, habrían participado en el hecho. El joven habría ingresado el 8 de junio para tratar su adicción a las drogas. La Policía capturó a dos de los presuntos responsables por homicidio agravado y continuaba trabajando para ubicar a los demás implicados, mientras se investiga la versión de que la causa de muerte fue asfixia. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: Noticias RCN • Blu Radio • Citytv • El Tiempo