El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la suspensión de todas las visas de visitantes para personas procedentes de Gaza, argumentando la necesidad de una “revisión completa y exhaustiva” del proceso de otorgamiento. La medida afectaría especialmente a las visas médicas y humanitarias, que en los últimos días habrían sido aprobadas en un número reducido, sin que se precisaran las cifras exactas. Según EEUU, se trataría de un 'paso temporal' que pretendería 'reforzar' controles de seguridad. La decisión se conoció tras denuncias de Laura Loomer, activista de extrema derecha y cercana al Presidente Donald Trump, según reportes de medios, quien dijo que refugiados palestinos presuntamente habrían ingresado al país con visas médicas. Sus declaraciones fueron respaldadas por congresistas republicanos como Chip Roy y Randy Fine, quienes catalogaron la entrada de palestinos como una “amenaza a la seguridad nacional”. Esto habría llevado a presiones políticas para que el Departamento de Estado frenara el proceso de visados.
Sin embargo, otros medios han señalado que esta política representaría un supuesto 'trasfondo racista' en la administración estadounidense, que asumiría la migración palestina como un 'riesgo inherente' en lugar de una respuesta humanitaria. La medida de EEUU coincide con el plan israelí de la ocupación total de Ciudad de Gaza y, eventualmente, toda la Franja, rechazado por parte de la comunidad internacional, y con los bombardeos israelíes intensificados. Desde principios de año, EEUU había otorgado más de 3.800 visas humanitarias y médicas a palestinos con documentos de viaje emitidos por la Autoridad Nacional Palestina, incluidas unas 640 en mayo, según Reuters. El cambio de postura contrastaría con una necesidad de miles de civiles gazatíes que buscarían atención médica fuera del enclave, mientras que el conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y desplazados en condiciones consideradas extremas. Para analistas, la suspensión de las visas se deberían a supuestas 'presiones internas' de la extrema derecha estadounidense, pero que también a fortalecer la política del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Y a propósito del conflicto, miles de personas se manifestaron nuevamente Tel Aviv, capital de Israel, y otras ciudades de ese país para exigir un fin del conflicto en Gaza y un acuerdo que permita la liberación de los rehenes que Hamas mantiene en la Franja. La protesta, organizada por el Foro de Familiares de Rehenes, precedería a una huelga nacional convocada bajo el lema “Israel en pausa”, con el respaldo de universidades, autoridades locales, compañías tecnológicas y organizaciones civiles. Los familiares de los secuestrados han cuestionado al gobierno de Netanyahu por ampliar la ofensiva militar 'en lugar de negociar', mientras se estima que aún habrían 20 rehenes vivos y los cuerpos de otros 30 en poder de Hamas. Sobre la huelga, este domingo, 17 de agosto, dio inicio con bloqueos de carreteras principales, incluida la autopista entre Tel Aviv y Jerusalén. La movilización, organizada por familiares de los cautivos y apoyada por sindicatos y negocios, ha incluído concentraciones frente a las residencias de varios ministros, en lo que pretendería presionar al gobierno a negociar con Hamas, mientras las familias anunciaron que acamparían cerca de la Franja de Gaza para “escalar” su lucha, denunciar la “obtusidad” del gobierno y buscar un acuerdo de alto el fuego que lleve a rescatar a los secuestrados en medio del contexto de violencia que continuaba causado la muerte de palestinos desde la madrugada del mismo día. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • AFP • Reuters • TeleSUR • Al Mayadeen • DPA • AP