Buenos Aires, al norte de Cauca, habría vivido una de las jornadas más violentas del año tras una ofensiva atribuida al frente Jaime Martínez de las disidencias Farc lideradas por “Iván Mordisco”. El casco urbano habría quedado en ruinas luego de ataques con explosivos, ráfagas de fusil y hostigamientos prolongados contra la estación de Policía, la alcaldía, la Casa de Justicia y la sede del Banco Agrario, la única entidad bancaria del municipio. El balance preliminar deja ocho policías heridos, quienes fueron ser evacuados de urgencia a clínicas y hospitales de Cali debido a la gravedad de sus lesiones. El gobernador de Cauca, Octavio Guzmán, descartó fallecidos entre la Fuerza Pública y confirmó que al menos dos disidentes habrían sido abatidos durante los enfrentamientos. Además, el hospital municipal habría quedado fuera de servicio tras daños en su infraestructura y en equipos biomédicos. Durante más de siete horas, la población civil habría quedado atrapada en medio del fuego cruzado. Decenas de familias habrían sido desplazadas o permanecieron confinadas, mientras los grupos armados habrían usado los parlantes de la iglesia católica 'para exigir la rendición' de la Policía. La Defensoría del Pueblo alertó sobre 'amenazas directas, bloqueo de vías' y la instalación de artefactos explosivos en los accesos al municipio.
La magnitud de la ofensiva habría superado la capacidad de respuesta local. El alcalde Pablo Peña dijo que Buenos Aires “está prácticamente tomado”, mientras la Fuerza Pública desplegó un operativo que pretendería recuperar el control del territorio y caracterizar a las personas afectadas. Residentes documentaron la devastación y habrían auxiliado a los uniformados heridos en medio de la emergencia. Ante la crisis, el comandante del Ejército, Luis Emilio Cardozo, y el director de la Policía Nacional, William Rincón, llegaron al Cauca para coordinar la respuesta institucional. Cardozo mencionó que las tropas “no se doblegan ante el terrorismo”, mientras Rincón asumió el mando de las operaciones y dijo que el objetivo sería 'restablecer el orden' y llevar ante la justicia a los responsables. Los hechos habrían reavivado el debate político nacional a pocos meses de las elecciones presidenciales, en medio de cuestionamientos a la política de “paz total” del Gobierno Nacional, al considerar que la violencia en Cauca evidenciaría un 'abandono estatal' y un 'fortalecimiento' de los grupos armados ilegales en la región. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, dijo que en los ataques habrían participado menores de edad reclutados 'de forma forzada' calificándolo como 'una tragedia y una doble victimización', advirtió sobre un riesgo de 'normalizar' este fenómeno y mencionó recompensas de hasta $5.000 millones por información que lleve a capturar a Iván Mordisco y a alias Marlon, cabecillas. reporte continúa en desarrollo.
Y a propósito del conflicto armado, en paralelo continuaba un paro armado de 72 horas del ELN desde la mañana del domingo, 14 de diciembre, una acción que ha paralizado actividades en al menos diez departamentos del país y mantendria en 'alerta máxima' a las autoridades. Según el Ministerio de Defensa, se han registrado más de 51 ataques, entre 'acciones violentas, intimidaciones, restricciones a la movilidad y afectaciones al transporte y al comercio', principalmente en zonas rurales y corredores considerados estratégicos. El grupo armado ilegal solicitó a la población 'abstenerse de viajar' por carreteras y ríos, bajo advertencias de riesgo. Uno de los hechos más complejos habría ocurrido en Cali, donde dos explosiones en el barrio Mariano Ramos habrían dejado como saldo la muerte de dos uniformados tras ataques contra un CAI y una patrulla policial. A esto se suman enfrentamientos en La Guajira, donde integrantes del frente Camilo Torres del ELN habrían intentado atacar una estación de Policía en Maicao y fueron repelidos por el Ejército, dejando abandonados explosivos y material de guerra. En Cesar, La Guajira y otros municipios se han reportado artefactos explosivos improvisados, combates y otros actos.
La Defensoría del Pueblo y las autoridades confirmaron afectaciones en departamentos como Antioquia, Arauca, Boyacá, Cauca, Chocó, Magdalena Medio, Nariño y Norte de Santander, con bloqueos viales, suspensión del transporte, ataques a infraestructura y presencia armada. Las Fuerzas Militares habrían reforzado operaciones en las zonas más críticas y mencionaron que los paros armados constituirían una 'vulneración grave' de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario, al 'imponer restricciones ilegales a la población civil'. Alias Antonio García, máximo líder del ELN, ha dicho que el grupo mantendría 'disposición' de retomar los diálogos de paz con el Gobierno Nacional, pero bajo 'condiciones de respeto, responsabilidad y cumplimiento de lo acordado', señalando que el proceso no debería implicar desmovilización ni desarme como requisito previo y que los acuerdos no dependerían de un gobierno específico, sino 'del Estado'. García ha criticado la suspensión de las negociaciones, cuestionado la viabilidad de cerrar un proceso de paz 'en pocos meses' y que la continuidad del diálogo debería darse 'incluso más allá de 2026', con 'mayor participación de la sociedad'. Hace unos días García reaccionó a críticas del Presidente Gustavo Petro, quien cuestionó al grupo, su financiación con narcotráfico y ordenó 'atacar'. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: La Silla Vacía • Blu Radio • Infobae • Revista Cambio


