La alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda y la gerente del Ibal, Erika Palma, anunciaron que Cortolima otorgó el permiso de aprovechamiento forestal que hacía falta para completar una concesión de la quebrada Corazón, en el Cañón del Combeima. Con esta decisión, se habilitaría oficialmente la captación de 231 litros de agua por segundo desde esta fuente hídrica alterna. "Con la quebrada Corazón tendremos una fuente sustituta con continuidad. Este proyecto lo venimos caminando hace rato y estaba congelado por los permisos ante Cortolima: eran dos de ocupación de cauce, uno de la concesión y uno más de aprovechamiento forestal", dijo Palma.
Así las cosas, la quebrada se integraría al sistema mediante una inversión superior a $7.600 millones, provenientes de recursos del Ibal, con los que se construiría una infraestructura de conducción hacia la bocatoma del río Combeima. La administración local ha indicado que esta nueva fuente haría que se disminuyera la dependencia del río Combeima, especialmente en temporadas de lluvias.
Sin embargo, el proyecto ha generado controversia por el impacto ambiental, pues la quebrada se encontraría en una zona protegida con alta biodiversidad y riesgo de remoción en masa. Comunidad cercana y ambientalistas han denunciado lo que serían posibles daños al ecosistema. El concejal Andrés Zambrano (Alianza Verde) cuestionó la necesidad de la captación, señalando que el problema del agua en Ibagué radicaría en 'fugas, robos y baja capacidad de tratamiento'.
Vía: Ondas de Ibagué • El Cronista
