Colombia fue epicentro de una cumbre internacional en Bogotá, donde el Grupo de La Haya (integrado por países del sur global como Cuba, Sudáfrica, Bolivia, Malasia y otros) pretendería una respuesta legal y diplomática ante lo que consideran como un genocidio del pueblo palestino por parte de Israel. La cumbre es coorganizada con Sudráfrica. La ministra (e) de Exteriores colombiana, Rosa Villavicencio, preside la reunión, que comenzó ayer y termina hoy, enfocada en aplicar decisiones de la Corte Penal Internacional (CPI), imponer un embargo de armas y bloquear el suministro militar hacia Israel. El evento ha reunido a representantes de más de 30 países y cuenta con el respaldo de redes globales como la Internacional Progresista. El Gobierno Nacional, encabezado por el Presidente Gustavo Petro, ha liderado la iniciativa en lo que representa un cambio radical en su política exterior, donde Colombia pasó de aliado a crítico frontal de Israel. Tras la ruptura de relaciones diplomáticas en mayo de 2024, Colombia nombró un embajador ante Palestina y designó como director de Asuntos Religiosos a un 'rabino antisionista'. Petro ha denunciado los ataques de Israel como 'crímenes de guerra', generando varias reacciones a favor y en contra, especialmente en la comunidad judía local. A propósito, aunque el gobierno decretó en 2024 frenar las exportaciones de carbón a Israel, estas continuarían según la ONU (multinacionales como Drummond y Glencore, que operan en el norte del país, seguirían suministrando carbón a empresas israelíes vinculadas a la ocupación).
En este marco, la relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, instó desde Bogotá a que 'todos' los países corten vínculos con Israel, argumentando que 'normalizar' relaciones sería equivalente a respaldar la ocupación israelí en Gaza. Además, propuso suspender la colaboración diplomática, pero también otras como la económica y académica, incluyendo al sector privado. Albanese advirtió que la ocupación se habría convertido en 'genocidio' y que la respuesta debería basarse en obligaciones del derecho internacional, no en 'simpatías políticas'. Recientemente se conoció que en la cumbre se acordó, según un documento firmado hoy, imponer restricciones militares, portuarias y contractuales contra Israel, en lo que pretendería presionar un fin de la ocupación en Gaza. Las medidas incluirían prohibir la exportación de equipo militar, impedir el tránsito portuario con destino bélico, revisar contratos públicos (para evitar que recursos públicos financien directa o indirectamente la ocupación) y promover acciones legales por crímenes internacionales. También exhortaron a las cortes CIJ y la CPI a 'actuar con imparcialidad'. Al cierre de la conferencia, Petro propuso detener 'definitivamente' las exportaciones de carbón colombiano a Israel, criticando a las empresas referidas arriba. También, planteó defender una salida de Colombia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuestionando la pertenencia a una alianza con ejércitos que, según él, 'atacan a civiles'.
En otros contextos relacionados con el mismo tema, la Unión Europea (UE) ha mostrado divisiones internas frente al conflicto en Gaza. A pesar de unas presiones de España e Irlanda para suspender el Acuerdo de Asociación con Israel y aplicar un embargo de armas, la mayoría de los 27 países miembros habrían preferido esperar. La alta representante Kaja Kallas presentó opciones de sanción tras un informe que indica 'violaciones a los derechos humanos' por parte de Israel, pero ninguna fue aceptada por consenso. Países como Alemania, Austria e Italia se han opuesto a tomar medidas, mientras España insiste en que la situación exigiría 'paralizar relaciones'. La UE había conseguido un acuerdo con Israel para ampliar el acceso de ayuda humanitaria a Gaza, aunque se ha advertudo que este paso sería insuficiente 'sin mecanismos claros de verificación'. Kallas había solicitado a Israel una 'mejora real' en la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, tras el acuerdo alcanzado. Aunque se habría visto un aumento de camiones con suministros, Kallas dijo que aún no sería suficiente y que lo pactado debería implementarse 'plenamente en el terreno'. Sobre lo último en la Franja de Gaza, en un nuevo hecho registrado en un punto de distribución de alimentos en el sur, al menos 20 palestinos fallecieron presuntamente por la inhalación de gases lacrimógenos disparados por las fuerzas israelíes, según reportes. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • EFE • AP • TeleSUR • Infobae • W Radio • La Silla Vacía


