El paro minero en Boyacá concluyó tras un acuerdo con el Gobierno Nacional, pero las protestas campesinas en Ventaquemada y municipios cercanos continuaban, con afectaciones en el comercio y la movilidad en la vía Bogotá-Tunja. Comerciantes locales reportaron pérdidas significativas debido a los bloqueos que impedirían la llegada de productos esenciales, lo que habría generado un desabastecimiento considerable en la región. Los campesinos argumentaban las protestas en defensa de sus tierras y demandas ambientales, principalmente por la derogación de la delimitación de páramos establecida en la administración del expresidente Juan Manuel Santos, que prohibió actividades agropecuarias sobre los 3.000 metros de altura. La medida anterior afectaría municipios como Güicán y El Cocuy, donde la ganadería y la agricultura serían fuentes esenciales de sustento para las comunidades. Pero este sábado, 9 de agosto, se reportó también el levantamiento de estas manifestaciones.
Los manifestantes han exigido la revisión del impuesto predial tras una actualización catastral y 'claridad' en los tiempos para cumplir acuerdos en las mesas de diálogo. El gobernador de Boyacá entonces mencionó avances pero que las negociaciones continuaban, con la expectativa de retomar las conversaciones para un acuerdo definitivo. Como consecuencia directa del paro, el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) aplazó las pruebas Saber 11 calendario A, Pre Saber y Validación del Bachillerato Académico previstas para el 10 de agosto en Boyacá, tres municipios de Santander y dos de Cundinamarca. Lo anterior afectaba a unas 22.570 personas, debido a la complejidad de trasladar el material necesario para la aplicación de los exámenes. La nueva fecha sería informada eventualmente al garantizarse las condiciones logísticas y de seguridad.
Así las cosas, tras cinco días, el Gobierno Nacional y los campesinos parameros de Boyacá alcanzaron un acuerdo de diez puntos que puso fin al paro y restableció la movilidad en el departamento. El pacto incluiría la protección de los páramos mediante una delimitación concertada, un respaldo a proyectos agrícolas y ganaderos sostenibles, capacitación técnica, incentivos productivos y consultas previas con las comunidades antes de establecer nuevas zonificaciones. También se evaluaría la revocatoria de la reciente zonificación que prohibía actividades productivas en zonas trabajadas históricamente. Las partes refirieron que el objetivo sería conservar los ecosistemas y garantizar el sustento de las familias campesinas, con mecanismos de verificación 'para asegurar un cumplimiento de lo pactado'. Por otro lado, en Santander se levantó un paro de volqueteros tras una negociación con las autoridades y la empresa encargada de obras en la Ruta del Sol, que incluyó la reactivación de contratos suspendidos y la creación de una mesa de diálogo para buscar 'soluciones estructurales'.
Vía: Infobae • Caracol Radio • Revista Cambio