En una medida sin precedentes, el Presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció que el gobierno federal tomaría el control de la seguridad en Washington DC, desplegando unos 800 efectivos de la Guardia Nacional y asumiendo el mando de la policía local por 30 días, el máximo que permite la ley del Distrito de Columbia. La medida, que estaría también enmarcada en su estrategia de “liberar” ciudades bajo control demócrata, incluiría también la participación del FBI en patrullajes nocturnos. Trump argumentó la intervención diciendo que la capital estaría “tomada por bandas violentas” y que su tasa de homicidios superaría la de Bogotá y Ciudad de México, a pesar de que datos oficiales mostrarían que los delitos violentos habrían caído un 35% en 2024, alcanzando niveles mínimos en tres décadas. El mandatario enmarcó la acción en un discurso de “ley y orden” que pretendería eliminar la delincuencia y expulsar a personas sin hogar de las calles.
La alcaldesa Muriel Bowser catalogó la medida de “desconcertante e improcedente”, mientras que organizaciones como Human Rights Watch (HRW) consideraron que 'militarizar la seguridad' en ciudades con poblaciones mayoritariamente racializadas, como ocurrió en Los Ángeles en junio, aumentaría un riesgo de violencia. La Casa Blanca defendió el despliegue al mencionar que sería 'necesario' para “proteger a los ciudadanos”, dejando abierta la posibilidad de extenderlo a urbes como Chicago o Nueva York. El anuncio reavivó críticas sobre un presunto 'uso político' de las fuerzas armadas. Durante su primer mandato, Trump fue cuestionado por retrasar el envío de la Guardia Nacional durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, en el que 140 agentes resultaron heridos. La demócrata Nancy Pelosi acusó al presidente de supuestamente usar esta medida como cortina de humo frente a sus “fracasos” en áreas como salud, educación e inmigración. La intervención en Washington ocurre en un contexto de una escalada de tensiones políticas, ya que la ciudad ha votado considerablemente en contra de Trump en elecciones pasadas.
El mandatario describió a Whatsapp como “sucia e inmunda”, y señaló que “hay que librarse de los barrios marginales”. También citó un reciente intento de robo a un exempleado del programa de eficiencia gubernamental entonces dirigido por Elon Musk, usándolo como ejemplo de la inseguridad. Trump anticipó la medida en su red Truth Social, prometiendo que “la delincuencia y la escoria desaparecerán” y que “la capital será grande de nuevo”. La legalidad de la medida radica en que Washington DC, al no ser un estado, dependería directamente del presidente para el control de su Guardia Nacional, a diferencia de otras jurisdicciones. Sin embargo, el despliegue ha sido interpretado por sus críticos como parte de una 'estrategia electoral' y de confrontación con gobiernos locales demócratas, más que como respuesta a una 'crisis real' de seguridad. La controversia persiste. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • AFP • AP • DPA • FOX • El País • Noticias Telemundo